Ayer fue un mal día para los hinchas azules, que llenaron el Nacional con unas entradas de champions league. Pero me salta una pregunta, ¿Estaban convencidos de que la manera de jugar de su equipo los iba a llevar a jugar por primera vez una final de copa libertadores? ¿Estaban convencidos los jugadores de ello? - Mmmmm más o menos diría yo...
Más o menos porque en el papel sí, estadio colmado, entradas agotadas en tiempo récord, gran campaña de visitante y qué mejor que culminarla en su mítico estadio recién acondicionado.
Pero faltaba una gran prueba, la misma que ha tenido en los clásicos nacionales del presente año y que no ha podido superar. La prueba de si al tener a su gente al lado no los iba a impulsar a buscar el otro arco de otra forma a la que quiere su técnico o la que se ha visto en esta campaña al menos. Y cómo opinión personal creo que no estaban 100% convencidos de que jugando así merecieran llegar a la final, ni los hinchas ni los jugadores.
Esa prueba vino de la peor forma posible, un autogol de su figura al arco, (si dije AUTOGOL porque la pelota iba 3 metros afuera) y jamás pudieron reponerse de ello. Lo intentaron, sí. Pelearon el partido, también. Pero con más ganas que ideas, con más heroísmo que convencimiento y empuje que bien fútbol.
Más allá de eso ayer en la U se notó la carencia de obreros, de jugadores que pusieran sus recursos a disposición del equipo, cosa que le sobró a Chivas porque sólo de esa forma se puede llegar a una final de copa a un equipo con el Bofo Bautista de capo del equipo. En cambio en los locales sólo se vió al Pepe Rojas y en menor medida a Contreras que al menos lo intentó (y ambos se fueron reemplazados).
No estoy de acuerdo con el cambio de Firulais y las críticas de que no pasaba al ataque, cómo iba a pasar si por su lado Omar Bravo se estaba dando un picnic y de casualidad no hizo goles. Pero como suele pasar en el fútbol y en los Dts que fanfarronean mucho, siempre sacan al más calladito, que precisamente en general es el que en silencio juega para el equipo sin hacer alardes.
Cuando empezaba el partido (aún 0-0) el uruguayo Rodriguez (5) le tiró un caño de antología a un jugador de las Chivas y me vino a la cabeza un famoso dicho del baseball “El que parte ponchando, termina llorando”, y esa jugada muestra a las claras que habían jugadores que pensaron más en la final y en cómo iban a ser héroes nacionales que en el partido presente.
En el segundo tiempo (con el 2-0) Seymour se fue de puntero derecho, Iturra de central, Victorino de 9, etc... Cuando quedaba casi media hora de partido aún. Dejó un vacío tremendo en el centro del campo, espacio que jamás le peleó a Chivas y por ello su jóven volante central Mejía salió elegido la figura de la cancha. En el medio se defiende y también se ataca, y la U ni defendió ni atacó precisamente porque en esa línea no jugó. Los de arriba fueron peligrosos y los de atrás a veces valuartes, pero el medio desnudó todo ya que dejó al visitante hacer lo que quería y poner las pelotas con el tiempo y espacio necesario.
Fue un muy duro golpe para todos, darse cuenta de que por fútbol (no por garra, amor a la camiseta y estupideces ajenas) no merecían llegar a la primera final de copa libertadores, el problema es que se dieron cuenta en el peor momento y no había nada que hacer para remediarlo... Porque no estaban convencidos de que así lo podían lograr.

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